El Almanzor

3 de junio de 2008. Para empezar este blog


Diré que soy castellano de tierra llana, la región de Tierra
de Campos. Cereales y barro. Sol y heladas. Gentes curtidas por el cierzo que reseca las gargantas y ciega los ojos.
Tierras venidas a menos, a casi nada.
Pero Castilla es mucho más. Montañas y bosques, ríos y lagunas, ciudades y aldeas que aún conservan esplendor y belleza de tiempos ancestrales.
Mi propósito es ir añadiendo a esta página sugerencias que se me ocurran con motivo de mis paseos y visitas por esta tierra mía.

domingo, 31 de agosto de 2008

Galicia, con saudade

En Galicia parece ser que todos los caminos conducen al mar. Como éste, entre Muros y Carnota. No era un lugar demasiado turístico, sin embargo, aunque todo el mundo habla de estas playas.

Carnota tiene fama por muchas razones, pero este hórreo es mucho. ¡Cómo tuvieron la ocurrencia de construir algo tan largo! Parece ser que la competencia con un pueblo vecino, Lira, fue la razón de todo este despropósito. Donde esté un hórreo normal, que se quite este engendro…

No me dio la gana poner el faro de Finisterrae. El Atlántico golpea con furia el acantilado en un plácido día soleado, donde otrora dominaban las brumas.

Finisterra tiene su homenaje al emigrante. ¿Sólo gallego? ¡Ojalá no!

Hasta las hortensias en Galicia son desmesuradas. Comparadas con ésta, la mía es una cagadita. Un jardín de una casa de Finisterra.

Un olivo en el centro mismo de Cambados. Había más cosas, pero a mí me gustó esta imagen.

En Bayona y en todas partes unos trabajan y otros comen del trabajo de los demás. Las gaviotas son unas descaradas.

El Atlántico abierto del todo, besa la costa con todo menos con caricias.

En La Guardia, el Sil es todo mar. El Atlántico lo recibe amoroso.

Santiago, lugar donde una mochila o cientos tienen cabida en la misma catedral. Misa de los Peregrinos, a las 12 en punto. Lleno absoluto. Para algo está el botafumeiro, digo yo; pero no lo usaron esa mañana.

El Obradoiro para pasear, para terminar, para contemplar, para tirarse desfallecido al suelo…

Los detalles son los detalles. Esto estaba en el mercado de Santiago.

Las benditas ánimas también tienen su lugarcito. En Santiago, ¡cómo no!

Se cuidan las lecturas, también en Santiago.


La Casa de la Troya, mientras comía comida no muy gallega. En Santiago todo es posible.


Hay que reparar los barcos, en Cedeira.


Estaca de Vares, o de Bares, o como sea, el extremo norte de todo.


El Cantábrico es bravo, en San Martín de Teixido. A San Andrés de Teixido vai de morto o que non foi de vivo". Volveré, muerto o vivo. Prefiero hacerlo vivo, pero nunca se sabe…


En Foz hay tiempo hasta para charlar sin prisas. Te quedas de piedra mirándoles.


Bella imagen de María, en San Domingos de Bonaval, donde también está el Museo do Pobo Galego, en Santiago.


Cada cual se gana la vida como puede, incluso en Santiago.


El Maestro Mateo, tan discreto… Pero esta vez se salvó de las obras que ocultaban su precioso Pórtico de la Gloria. Llegar a Santiago y no poder disfrutar de esta hermosura es un quebranto que no merecíamos.


Galicia te deja el ánimo así como un poco… Foto del Museo do Pobo Galego, en Santiago.

jueves, 14 de agosto de 2008

Pirineos de Huesca. Valle de Benasque


Subiendo a la Tuca de Salbaguardia


El Aneto, desde Salbaguardia


El Poset o Llardana, desde Salbaguardia


El Perdiguero, desde Salbaguardia


Tuca de Salbaguardia y Portillón de Benasque


Ibonet de Batisielles


Entrando en el Valle de Remuñe


Lirios en las praderas de Remuñe


Campanulas en Remuñe


Tras el torrente y los neveros, el Portal de Remuñe


El Río Estós, antes de la presa


Valle de Estós desde el Refugio de la Coma


Cascada del Perdiguero, en Estós


Gorga Galante 1ª


Gorga Galante 2ª


Valle de Estós desde el desfiladero del Estrecho


Congosto del Ventamillo, entrada casi única al Valle de Benasque


Desfiladero de Pancorbo, paso obligado hacia Castilla

Arbol en Peñalba de Santiago